viernes, 21 de enero de 2022

 
 “RIVADELAGO” - 1920 - 
el refugio de unos excursionistas
perdidos en las Sierras de Sanabria .

       “Añoranzas de VIAJE-a través de nuestra tierra” es una extensa redacción de las maravillas vistas y las pesadumbres sufridas por unos excursionistas expertos en el año 1920 por las sierras de Sanabria, (Zamora).

         Hay muchas noticias sobre las excursiones por Sanabria y Carballeda en nuestro periódico comarcal “El Noroeste Zamorano”, y grandes colaboraciones de personalidades de este deporte.

        Buscaba alguna referencia concreta a RIBADELAGO, como pueblo, porque el Lago, en sus distintos nombres, está en la preocupación perenne de nuestros abuel@s y bisabuelos que acometieron semejante aventura periodística que hay que dar a conocer, para su grandeza y la nuestra.

         Entre subidas y bajadas, paisajes impresionantes, vistas aéreas de localidades de Zamora, León, Galicia y Portugal, diferencias entre los albergues de las sierras, charlas con los pastores y vecinos de los distintos pueblos “que pasaron la noche en la sierra y por ella se pasean”, cambios atmosféricos y tormentas repentinas, me he acabado perdiendo yo también como los excursionistas, “¡…con la nieve al pecho¡… en la choza, (de Rábano), redonda, pequeña, en donde hubo que pasar una noche tétrica, AMURRIADORA y molesta.

            Pero sí “RIVADELAGO”, (escrito con v), está en el periódico, lean:

                “Entre temores de acertar o de equivocarse, vense las aguas de una laguna: la de Cárdenas, punto conocido por alguno de los expedicionarios …

                - ¿Es la laguna de las Cárdenas?

                - ¡Sí, sí es¡

                - Y entonces, ¿a dónde se va?

               -   A la Fraga de RIVADELAGO.

                Y de este mal camino iban escapando los viajeros por imposible, y ahora lo saludan …”

                …”pero hay que subir de nuevo a la montaña, y qué subida¡”

               …”Y éntrase en una senda a la base de la montaña, que arranca desde las aguas, formada allí como de dos cuartas de ancho, al borde del lago, que es grande, de aguas claras, alborotado entonces, y de aguas turbias en las orillas, por el encrespado oleaje que formaba el viento tempestuoso que aun duraba… hasta llegar a caminos más anchos … descendiendo siempre.

                Súbese algo para entrar en el pueblo, CUYAS CASAS ESTÁN ENTRE PEDREGALES, pero que le rodean tres o cuatro vegas muy llanas y fértiles, que no admiten riego ni son de mucha extensión.

             Allí llegaron los viajeros mojados, rendidos y hastiados de la jornada, pero alegres y animosos; allí buscaron y hallaron descanso ellos y sus bestias … lumbre, ropa seca y cama blanda…   (B.M.S.V.)”


          Mi agradecimiento a l@s sanabreses Floren Santos Rodríguez y a Maria Lòpez del Estal por su ayuda para encontrar, literariamente, el camino de A Fraga a Ribadelago, reseñando su insistencia y aviso para tod@s de que es una zona que sigue siendo de muy difícil acceso y en la que es fácil perderse y lastimarse.

                © Maroma.

 

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