“RIVADELAGO” - 1920 -
el refugio de unos
excursionistas
perdidos en las Sierras de Sanabria .
“Añoranzas
de VIAJE-a través de nuestra tierra” es una extensa redacción de las
maravillas vistas y las pesadumbres sufridas por unos excursionistas expertos
en el año 1920 por las sierras de Sanabria, (Zamora).
Hay
muchas noticias sobre las excursiones por Sanabria y Carballeda en nuestro periódico
comarcal “El Noroeste Zamorano”, y grandes colaboraciones de personalidades de
este deporte.
Buscaba
alguna referencia concreta a RIBADELAGO,
como pueblo, porque el Lago, en sus distintos nombres, está en la preocupación perenne
de nuestros abuel@s y bisabuelos que acometieron semejante aventura periodística
que hay que dar a conocer, para su grandeza y la nuestra.
Entre
subidas y bajadas, paisajes impresionantes, vistas aéreas de localidades de
Zamora, León, Galicia y Portugal, diferencias entre los albergues de las sierras,
charlas con los pastores y vecinos de los distintos pueblos “que pasaron la noche en la sierra y por ella
se pasean”, cambios atmosféricos y tormentas repentinas, me he acabado perdiendo
yo también como los excursionistas, “¡…con
la nieve al pecho¡… en la choza, (de Rábano), redonda, pequeña, en donde hubo que pasar una noche tétrica, AMURRIADORA
y molesta.”
Pero
sí “RIVADELAGO”, (escrito con v), está en el periódico, lean:
“Entre temores de acertar o de equivocarse, vense
las aguas de una laguna: la de Cárdenas, punto conocido por alguno de los
expedicionarios …
- ¿Es la laguna de
las Cárdenas?
- ¡Sí, sí es¡
- Y entonces, ¿a
dónde se va?
- A la
Fraga de RIVADELAGO.
Y de este mal camino iban escapando los
viajeros por imposible, y ahora lo saludan …”
…”pero hay que
subir de nuevo a la montaña, y qué subida¡”
…”Y éntrase en una
senda a la base de la montaña, que arranca desde las aguas, formada allí como
de dos cuartas de ancho, al borde del lago, que es grande, de aguas claras,
alborotado entonces, y de aguas turbias en las orillas, por el encrespado oleaje
que formaba el viento tempestuoso que aun duraba… hasta llegar a caminos más
anchos … descendiendo siempre.
Súbese algo para entrar en el pueblo, CUYAS
CASAS ESTÁN ENTRE PEDREGALES, pero que le rodean tres o cuatro vegas muy llanas
y fértiles, que no admiten riego ni son de mucha extensión.
Allí llegaron los
viajeros mojados, rendidos y hastiados de la jornada, pero alegres y animosos; allí buscaron y hallaron descanso ellos y
sus bestias … lumbre, ropa seca y cama blanda… (B.M.S.V.)”
Mi
agradecimiento a l@s sanabreses Floren Santos Rodríguez y a Maria Lòpez del
Estal por su ayuda para encontrar, literariamente, el camino de A Fraga a
Ribadelago, reseñando su insistencia y aviso
para tod@s de que es una zona que sigue siendo de muy
difícil acceso y en la que es fácil perderse y lastimarse.
©
Maroma.