domingo, 29 de diciembre de 2024

Ribadelago Nuevo (1963) - no fue un pueblo de colonización, pero los vecinos también tuvieron que comprar sus inadecuadas casas.

                                      © Mayte Romero Mato    Investigadora independiente. 

"No es suficiente conocer la verdad, también es necesario hacerla oír", (Simone De Beauvoir, 1908-1986).

        Me llamó la atención el título del libro Los pueblos de Franco, del catedrático de Historia Antonio Cazorla Sánchez, con el subtítulo “Mito e historia de la colonización agraria en España, 1939-1975”, y pensé en nuestro Ribadelago (Zamora), tan presente siempre por la tragedia del 09-enero-1959, de la que se hubiera hecho eco abundante y críticamente “El Noroeste Zamorano” (1920-1933), por eso este artículo, pero no, el libro trata de los pueblo de colonización de la dictadura franquista, y Ribadelago Nuevo no lo fue aunque se utilizara un proyecto del mismo tipo para su construcción, y coincidiera con ellos en la época.

    En muchos de esos pueblos nuevos cuando llegaron los colonos y sus familias las casas o no estaban hechas, o no estaban terminadas, tampoco tenían agua corriente ni luz, (con las que sí contaban en sus pueblos de origen); recuerdan sus residentes que tuvieron que vivir y dormir con los animales en los establos hasta recibir las casas, y acostar a sus hijos detrás de los pesebres, al leer esto pensé en el pesebre navideño por la coincidencia de la fecha, y por lo precario hecho realidad; en esto iba a quedar mi publicación inicialmente.

      Mientras buscaba una foto de la época que ambientara el texto, (difícil empresa), seguí leyendo sobre el tema.

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        La segunda parte de este artículo  la localizo después trasteando por la nueva e interesante página web del Ayuntamiento de Galende, como testimonio directo, al que pertenecen entre otros los núcleos actuales de *Ribadelago y *Ribadelago Nuevo, bajo los títulos “Tragedia y Vida” y “Futuro y Esperanza” respetivamente. Sobre el nuevo núcleoque reitero no fue pueblo de colonización, se dice textualmente:

    “se planificó con 91 viviendas y locales, una gran plaza abierta que acogería el ayuntamiento, salas de reuniones y espacios comerciales con viviendas en la planta superior, una iglesia y casa parroquial y una escuela, que se inauguraron (en) 1963.

    (La construcción de un edificio destinado a “ayuntamiento”, sabiendo que Ribadelago es (“pedanía dependiente del Ayuntamiento de Galende”), ya nos indica a mayores el escaso interés de la dictadura  en cuidar a las víctimas de la tragedia acaecida en Sanabria y sus intereses vitales, al no realizar un proyecto específico y adecuado a la zona.)

     Todas estas infraestructuras funcionaron mejor sobre el papel que en la realidad. Las casas eran excesivamente frías, tanto por la propia edificación como (porque) no se tuvo en cuenta la construcción tradicional sanabresa ni sus materiales, como por (la) ubicación (en una zona sombría), eran pequeñas para una economía agrícola y ganadera y se tuvieron que comprar con el dinero de las indemnizaciones, por los que algunos (vecinos) continuaron en sus casas (del arrasado Ribadelago) y otros optaron por emigrar.

      En la plaza de España […] se crearon una serie de edificios administrativos y comerciales. En la actualidad se ubica el Museo de la Memoria (de) Ribadelago que recoge información sobre la rotura de la presa (de Vega de Tera) y pretende servir de homenaje permanente a las víctimas.”

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        La tercera parte de este artículo lleva tiempo rondándome, me refiero al silencio que todavía impera sobre la rotura de la presa de Vega de Tera que arrasó Ribadelago en 1959, y es la herida que aún sangra, y que la resume así el apunte de la citada página web del Ayuntamiento de Galende:

     “La madrugada del 9 de enero de 1959, la presa de Vega de Tera reventó y aprovechado el cañón del Tera inundo el valle con más de 8 millones de metros cúbicos de agua, llevándose por delante la población de Ribadelago situada a 12 kilómetros de la presa.

        (La diferencia de algunos datos depende de las fuentes consultadas).

      La presa había sido construida por la sociedad Hidroeléctrica Moncabril que había creado un amplio sistema de presas, saltos y canales para aprovechamiento eléctrico. Muchos vecinos de la zona trabajaron en su construcción y siempre tuvieron dudas de la resistencia de la presa de Vega de Tera ya que se había construido con materiales de poca calidad y demasiado rápido. Las filtraciones en el muro eran numerosas y las reparaciones no parecían solucionar los problemas. Sin embargo, se decidió que había llegado el momento de llenarse en su totalidad.

       Fallecieron 144 del total de 532 vecinos, (pero solo se recuperaron 28 cuerpos), más de 1500 animales y se perdieron un centenar de casaslos cultivos y las tierras de labor que quedaron sembradas de rocas o perdieron el manto fértil.

        La sanción puesta a la empresa condenada por la mala ejecución de las obras no llegó a los 20 millones de pesetas, el equivalente a 120000 euros, o al precio actual de un coche deportivo.”

        Pero mi mente va más allá, a la comparación con la terrible #Dana y los daños causados hace dos meses en octubre pasado de este 2024en muchas localidades de la Comunidad autónoma de Valencia, y en Letur, (Albacete, Castilla La mancha) principalmente, hemos visto casi en directo las riadas, las destrucciones y el dolor causados por las acometidas del aumento de las trombas de agua, las desapariciones de personas, la búsqueda de los cuerpos, la pérdida de todos sus bienes, etc; lo mismo que sucedió en la tragedia de Ribadelago del 09 de enero de 1959, sin avisoy en una madrugada fría, oscura y envuelta en niebla cerrada, la dictadura intentó acallar la tragedia en un principio, pero era tan grande que se hizo eco de ella toda la prensa internacional, sí consiguió después envolver en la nada su responsabilidad, las mal repartidas ayudas, los derechos conculcados de todas las víctimas, la falta de perspectiva, y un sinfín de problemas concadenados a lo largo del tiempo, la tragedia sanabresa fue mayor en comparación total con la #Dana reseñada, la diferencia está en que la Democracia no impone censuras, pero sí debe reparar desigualdades como las sufridas por nuestros dos Ribadelago hace casi ya 66 años, y que se evidencian claramente.

        Ese olvido sigue incluso en la ausencia de información actual sobre la fallida y mal construida presa de Vega de Tera que arrasó la ancestral localidad de Ribadelago en 1959, lo pueden comprobar en los repetidos reportajes televisivos sobre las megaestructuras y los embalses de la dictadura franquista que ni la mencionan, solo hay “triunfalismo” interesado para desmemoriados, por eso es tan importante recordarlo, para que otros programas televisivos y fuentes documentadas lo publiquen, y la ciudadanía mundial no lo olvide.

          Parafraseando a mi excelente profesora de Historia de 1975, tener televisión o no calzar alpargatas (en aquel año agónico franquista), eran consecuencia en sí mismas del tiempo que se vivía, y no mérito de la dictadura.

         Pasear por el moderno Ribadelago Nuevo deja claras las deficiencias constructivas de 1963 y su inadecuación al entorno, pero hay que visitar la localidad, hablar con sus habitantes y conocer el Museo de la Memoria para que no olvidemos sus sufrimientos.

        Y visitar Ribadelago, el verdadero, y las ruinas de la tragedia de 1959 que conviven con las edificaciones modernas, es una lección de historia que no podemos olvidar.

          El Ayuntamiento de Galende debería propiciar esas visitas guiadas y explicativas, ampliando en el municipio el programa provincial “Déjate llevar” que cada verano nos enseña nuestro maravilloso entorno, tendrían de seguro mucho éxito y concurrencia, desestacionando el turismo y manteniendo así vivo el recuerdo que propicie las reparaciones que se deben.

        La localidad de Letur, en Albacete, visibiliza su reciente tragedia a través, entre otr@s, de la famosa cantante y compositora Rozalén, hija de la localidad, también se podría invitarla a visitar el “Museo de la Memoria de Ribadelago”, para que con su carisma se actualice la memoria de la tragedia de Ribadelago de 1959, mayor que las actuales y que sigue sin ser debidamente compensada, explicada con el rigor y la vivencia personal de la profesora universitaria y escritora hija de la localidad Mª. Jesús Otero Puente, una de las niñas supervivientes, que nos pide que no olvidemos lo sucedido con los versos del poeta zamorano Claudio Rodríguez García (1934-1999):

                "Como si nunca hubiera sido mía,
            DAD AL AIRE MI VOZ y que en el aire
            sea de todos y la sepan todos..."

© El Noroeste Zamorano  - Blog

ENLACE al álbum en Facebook “Ribadelago - desastre de 1959”:
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.494491267403651&type=3

 

“Catástrofe en Ribadelago”:
2009 Documental en abierto, con imágenes de 1959, de HEPKRA Digital y La Raya Quebrada.
Dirección: Agustín Remesal.
Producción ejecutiva: Guillermo López Krahe.
Realización: Luis Navas.
https://youtu.be/TpxWB3M4mnU

“Tragedia y Vida”:
https://aytogalende.net/index.php?option=com_sppagebuilder&view=page&id=50

“Futuro y Esperanza”:
https://aytogalende.net/index.php?option=com_sppagebuilder&view=page&id=51
 

Libros de Mª José Otero Puente, escritora y niña superviviente:
“Tráeme una estrella – Tragedia en Ribadelago”.
“El bramido del Tera – Tragedia en Ribadelago (Testimonios)”.