© Mayte Romero Mato Investigadora independiente.
La Plaza de Viriato de nuestra
cada vez más coqueta ciudad de Zamora estaba bulliciosa al medio día soleado de
este diciembre en curso, con varios grupos escolares, al cruzarla para ir al
edificio de la Diputación Provincial me abordaron solicitando una entrevista, habían salido del
Museo Etnográfico de CyL cercano con sus profesoras y con varios folios plastificados de
fotografías, su misión posterior era que las personas que encontraran les
contaran que eran, y para qué se utilizaban los objetos allí captados, además
tenían que grabar, en voz o en vídeo, las explicaciones recibidas.
Acepté
la petición y disfrute del momento, nuestras niñas y niños actuales son
despiertos, ágiles, amables, curiosos e inteligentes, y responden cuando los
tratas con normalidad, cada una/o tenía interés en fotografías concretas, les
explique entre otras cosas que en la época de aquellos útiles fotografiados éstos
no se podían adquirir yendo a una tienda, había que ir al sastre o a la modista
para que te hicieran una camisa o un pantalón, o a un zapatero artesano, porque
una de las fotos eran hormas colgadas de diferentes tamaños y formas, y eso les
cautivó, saber que cada pie es diferente, y que además existían hormas para
ensanchar los zapatos, e hicimos un circulo adelantando un pie para ver que cada
persona que allí estábamos los teníamos de diferentes tamaños, les quedó el
reto de comprobar con los pies descalzos otras diferencias, de anchura, forma,
empeines, y curvatura, “yo llevo plantillas por los pies planos” dijo uno de
ellos.
De
ahí pasamos a las píeles, a las botas de vino, y a las que “parecen un jamón”,
según una niña, refiriéndose a los pellejos, y se asombraron de saber que estos
eran de piel de cabra principalmente, dada la vuelta. En una escena de cocina
de lumbre baja, les conté como se llamaban las cosas que se veían, incluidos
los cacharos de barro, pero en la foto faltaba un botijo para el agua y mis interlocutores
desconocían tan peculiar invento que mantenía el agua fresca sin necesidad de
guardarla en el frigorífico, al quite estaba una de las maestras que los
acompañaba, y les enseñó una foto en su móvil, otro descubrimiento.
Que
la reja para abrir los surcos con solo el empuje del labrador, el arado romano,
fuera un invento de “los romanos de las películas”, también les sorprendió, “¡cómo
Viriato¡” dijo otro niño, no, les matice, eran de la época, pero Viriato era “el
terror de Roma”, era lusitano de nuestra tierra, como los zoelas y las tribus
celtas, ya que vivimos sobre el mismo suelo por donde antes han pasado muchas otras
civilizaciones, por eso somos mezcla de
todas ellas.
Al
despedirse me dieron las gracias
-
Ha sido la única persona que nos ha contestado.
-
¿Y por qué no han querido contestaros?
- Decían que no tenían tiempo …
Fueron
sobre 15 o 20 minutos, ni lo miré, ni era necesario, lo importante fue ver
como disfrutaron aquellas niñas y niños, que ya verán las cosas que los rodean
con otros ojos, y sobre todo constatar que todo hay que explicarlo con
sencillez y verdad a una juventud sana y con ansias de saber, ellos son la sociedad
de mañana, y la educación y la formación nuestras mejores herramientas.
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Ventajas de la instrucción:
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Álbúm El Noroeste Zamorano, periódico regional de Sanabria y Carballeda, (1921-1933):
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Museo Etnográfico de Codesal, (La Carballeda), Sanabria, Zamora:
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